sábado, 29 de marzo de 2014

When a tornado meets a volcano.

Busca alguien que te haga vibrar.
Alguien que ponga tu mundo patas arriba.
Que sea capaz de romperte en mil pedazos y volver a reconstruirte con una mirada.
Alguien te haga reír a carcajadas siempre.
Que conozca tus puntos débiles y sepa como hacerte sonreír en medio de una pelea.
Alguien cuyo olor haga volar a las mariposas que tienes dentro.
Y que cuando le cojas de la mano, consiga que todo tenga un toque más especial, que la vida parezca más fácil a su lado.
Que la química sea irremediable y salten chispas cuando os beséis.
Encuentra a alguien que no quiera cambiarte.
Que le gusten tanto tus virtudes como tus defectos.
Alguien que no salga de tu cabeza en todo el día.
Y que os parezcáis y complementéis tanto que choquéis. Que explosionéis juntos.
Busca a tu medio limón, naranja, pera, manzana, plátano, langosta o trozo de pizza; como más rabia te dé llamarlo.
Sabrás perfectamente cuando lo encuentras, porque desde el momento en que esa persona se cruza en tu camino, no volverá a salir de tu cabeza.
Así que tómatelo con calma.
Si tiene que ser será. Y si no, ya llegará.
Porque recuerda que si no es feliz todavía no es el final.



domingo, 23 de marzo de 2014

Skinny Love

Me pregunto por qué las canciones serán más bonitas si las escucho contigo a mi lado. Te prometo que en mi casa no suenan igual.
He visto pocas sonrisas tan bonitas como cuando nos besamos y sonríes.
Y te miro.
Y me miras.
Y de repente me encuentro sumergida en unos ojos grandes y azules.
Y se para lo demás.
Es entonces cuando empiezas a tocarme las caderas, a hacerme caricias por la espalda y me tiemblan las piernas.
De verdad que no sé como lo haces pero lo demás no me importa si me coges de la mano, el mundo deja de girar a mi alrededor si me miras directamente a los ojos.
Y esa carita que pones cuando pongo la sonrisa que te gusta.
Es esa la que rompe mis esquemas.

martes, 11 de marzo de 2014

Ña ña ña

Has aparecido en el momento perfecto para salvarme de caer en mí misma.
Me has salvado de mi propia miseria y tus ojos me han ayudado a mirar más allá. Y vaya que si lo han conseguido.
No sé si voy a ser capaz de agradecertelo de forma que compense lo que has hecho tú por mí aún sin darte cuenta.
Por ahora seguire maquinando y elucubrando lindo. Lo prometo.