No me imaginaba un día sin ver tu sonrisa.
Ni se me pasaba por la cabeza que pudieras querer a otra, ni yo pensé que me pudiera volver a enamorar de alguien que no fueras tú.
Tú lo eras todo para mí, y yo lo era para ti. O al menos era eso lo que parecía.
Y me paro a pensarlo, y sí, estaba enamorada de ti, pero no lo estaba de mí. Menuda chorrada ¿no?
¿Cómo te vas a enamorar de ti mismo? pero ahora, he alcanzado un punto en el que me he dado cuenta de que si no te valoras a ti mismo, no puedes dejar que nadie te valore por lo que eres, por lo que has sido y por lo que puedas llegar a ser.
Así que puede que eso sea lo que llevo tanto tiempo haciendo mal. Ya veremos
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