martes, 29 de enero de 2013

Civillian.



Sí que hay algo peor.
Ser un mediocre.
Poner todos tus esfuerzos en algo, y no ser capaz de conseguir lo máximo.


Hay veces que me gustaría poder subir más la música.
Poder sentirla tan dentro de mí que lo siguiente sea desintegrarme.
Que mi cabeza no pueda pensar y solo sea capaz de sentirla.
Cerrar los ojos y que el mundo se pare, durante unos minutos.




Quiero que tú seas mi salvación.
Me encantaría que pudieras derrumbar todas mis inseguridades, todas mis rayaduras mentales.
Y que fueras todo lo que han sido los demás.
Lo que no han sabido ser.
Lo que no han querido intentar.


Por favor, no te vayas.
No te asustes cuando me encuentres de verdad.
Quédate y no me dejes.
Que yo sola sé que ya no puedo.







"And if you are in love , then you are the lucky one
´cause most of us are bitter over someone.
Setting fire to our insides for fun,
to distract our hearts from ever missing them.
But I'm forever missing him"
Youth-Daughter


martes, 15 de enero de 2013

M-M

Te voy a ser sincera, tengo un poco de miedo. Sé que es cacho topicazo de "pues como me han hecho daño ahora tengo miedo y no te muestro como soy del todo. Por si acaso" Pero es que desgraciadamente es verdad.
Imagínate que un día te cansas de mis tonterías. O que no quieres cogerme más la mano. O que no quieres volver a venir a verme.
O simplemente encuentras a alguien mejor. ¿Y qué hago yo si eso pasa?

Joder sé que no debería de pensar eso, porque si tiene que llegar ese momento, llegará; y en lo que pensaré no será en que te cansastes. Pensaré en tu forma de besarme, en tu manera de hacerme sentir la chica más guapa del mundo mundial con tan solo mirarme. Me quedaré con tus abrazos infinitos que me hacen sentir como que nadie me puede hacer daño nunca. Me quedaré con tu lunar debajo del ojo.

Y siempre voy a recordar lo que me dijiste ese día de Donoso. Nunca se me va a olvidar.

lunes, 7 de enero de 2013

A,lo,mejor

Al principio todo es un poco raro, no sabes si vas muy guapa, no conoces a mucha gente, es todo un poco incómodo.

Conforme pasan las horas empiezas a conocer a gente con la que charlas, te ríes, compartes alguna anécdota. Crees que serán tus compañeros durante toda la fiesta y que te ayudarán a pasarlo en grande. Y de repente cuando estás en el baño oyes como una de esas niñas que acababas de conocer y te habían llenado de halagos, estaba criticando tu vestido y el grano que te había salido la semana pasada.


Después de este imprevisto te acercas a donde están las bebidas y te sirves una copa. En ese momento se te acerca el típico moscón al que no haces ascos porque básicamente no tienes a nadie mejor con quien hablar. Es el típico niño mono, que se sabe desenvolver y es relativamente divertido. Empiezas a fijarte en que es más guapo de lo que pensabas al principio, que parece un caballero y un buen chico conforme hablas con él. Aunque sigue siendo el típico chulito, pero tiene su encanto. Y de repente te besa y te asombras a ti misma de estar haciendo tal cosa. Pero no paras. Y de repente te das cuenta de que estás en una habitación, con el vestido subido y en sus manos en lugares donde no deberían estar. Y paras, quieres volver a la parte de hablar, pero él no. Y te vas. Oyes algún tipo de insulto conforme sales de la habitación, pero te son indiferentes.


Cada vez es más tarde y la gente empieza a irse. Te sientas en uno de los sofás, cerca de unas chicas que parece que se están divirtiendo mucho y no sabes cómo, acabas metida en la conversación. No se parecen en nada a las que conociste al principio y eso te alegra. Comenzáis a contaros cosas y acabáis descubriendo que tenéis más en común de lo que pensabais. Y por una parte te alegras de que haya ocurrido todo lo anterior, porque si no hubiera sido así a lo mejor no te habrías sentado en ese sofá a hablar con ellas, y no hubieras descubierto a esas increíbles personas.


Y mientras estás pasando un muy buen rato, miras el reloj y te das cuenta de que ya son las 7.30 de la mañana y que ya se han ido todas las personas que estaban en la fiesta menos las chicas del sofá y unos cuantos chicos que están por ahí jugando a algún juego relacionado con el alcohol. Tienes que empezar a recoger y algunos de los que estaban empiezan a escabullirse con las típicas excusas. Las del sofá se quedan, pero también algunos de los chicos que estaban jugando a esos juegos. Uno de ellos es especialmente atento y amable, y ayuda más que ningún otro. No le habías visto antes en la fiesta, pero parece un chico especial, en el mejor sentido de la palabra. Comenzáis a hablar de lo sucio que está todo y de los guarras que pueden llegar a ser las personas tirándolo todo al suelo, y acabais hablando de lo que esperais del futuro y de sueños nunca cumplidos. Sin saber cómo ese lunar debajo de su ojo derecho te ha embrujado hasta tal punto de no saber ni dónde estás.



Puede que los buenos se queden hasta el final, pero los mejores son los que ayudan a recoger al día siguiente.


jueves, 3 de enero de 2013

Let the good times roll.

Y es cuando surge un imprevisto que vuelven a aparecer las jodidas inseguridades.
¿Seré suficiente?
¿Habré hecho algo mal?
Y empiezas a repasar todos y cada uno de los momentos, recordando todos los detalles pensando en lo que podías haber hecho mejor.
Soy demasiado pesada, tozuda y hablo por los codos.
Pues menuda mierda ¿no?
Piensas en todo lo que podías haber hecho mejor y te preguntas por qué no lo hiciste así desde el principio y no tendrías que estar ahora escribiendo esto.
¿Aprenderé algún día? Digo, ya es hora ¿no?

Que dé comienzo la reconversión.