Every day's my birthday cause bitches love cake.

Me buscaste,
me encontraste.
Me agarraste
bien bien fuerte,
y cuando empecé de dejar de hacer fuerza para resistirme
me soltaste del todo.
Dejándome sin fuerzas por haberlas agotado todas intentándome escapar.
Y tú lo sabías.
Creo que fuiste la guinda del pastel,
un pastel hecho de "lecciones aprendidas"

Airplanes.

Hace mucho tiempo que dejé de creer
bueno, que el amor dejó de creer en mí.
Hace mucho tiempo que ya no busco una mirada que se parezca a la tuya
ni una sonrisa que inunde tanto.
Creo que ya no van a existir lunares que me embrujen tanto como el tuyo,
ni palabras, ni lugares.
Ya no quiero. No quiero que pase. No quiero que me pase.
Y me entristezco, porque siento que al perderte me pierdo. Que me abandona mi cuerpo, y no sé si lo recuperaré.
Me siento débil, mareada, incapaz.
Incapaz de afrontar una nueva derrota, una nueva desilusión o un nuevo abandono.
Sí, abandono. Cuando te fuiste me abandonaste, como quien abandona a perrito recién nacido en la calle. Indefenso, como cuando sentí que te desprendías y que no volverías.
No quiero porque sé que no voy a encontrar a nadie como tú, y que si lo hago tendré la vista tan nublada por tus besos, que seré incapaz de verle.
Por favor desaparece.
Bueno no, no desaparezcas.
O sí.
No lo sé. Solo sé que no quiero estar así.
Aunque la verdad es que ya no sé como soy sin ti.
Desaparece de mis sueños, de mi mente y de mis recuerdos.
Quiero dejar de quererte.
Por favor.
O no. O vuelve, pero no me abandones.
Quiero que los recuerdos se conviertan en momentos.
Rescátame otra vez. Lo necesito.
Tengo frío desde que no me siento entre tus brazos.

Gris.

Déjame crear una nueva realidad llena de nosotros.
De carreteras interminables.
De besos en cada esquina.
De mi cabeza en tu clavícula días enteros.
De cosquis sitemáticas antes y para dormir.
De viajes a la luna ida y vuelta agarrada a tu brazo.
De lunares por la cara, las piernas y la espalda.
De tatuajes con mil significados.
De pasión y deseo al amanecer.
De que todas las canciones hablen de nosotros.
De pitis y ginebra.
De que tus labios sepan a hachís los días impares.
De inseguridades, manías y defectos.
De zapatillas.
De sudaderas anchas y ropa interior.
De pasteles.
De mares y arena.
De azoteas.
De sexo y amor.
De compenetración.
De risas, sonrisas y carcajadas.
De complicidad.
De ir cogidos de la mano.
De pisadas.
De ti.
De mí.
De nosotros.

Si vuelves te lo doy. Te lo regalo. Eso y mucho más.
Pero no te vayas.

27

Después de tanto tiempo sigo echándote de menos y me muero por hablarte.
Por contarte lo que ha cambiado todo desde que no estás a mi lado para decirme que todo va a ir bien y cogerme de la mano.
Quiero decirte que se ha ido, pero se ha ido para siempre y ya no va a volver nunca más. Y sé que le vamos a echar de menos y que nada va a volver a ser lo mismo de ahora en adelante.
Me muero por contarte que me rompieron el corazon después de que tú lo dejaras hecho una mierda, y no una, sino unas cuantas veces.
También quiero decirte que ellas están bien pero echan de menos mi vitalidad de cuando era feliz a tu lado.
Estoy deseando que me cuentes cosas, que me cuentes qué tal te ha ido y si me has echado tanto de menos como te he echado yo a ti.
Tan solo quiero que me abraces tan fuerte como antes. Quiero que el mundo desaparezca mientras esté entre tu brazos durante unos instantes. Y respirar tu aroma, que me inunde, que me cale los huesos y me llene por dentro.
Que desaparezca y volvamos atrás en el tiempo.
Que me sonrías. Que te sonría.
Y que todo vuelva a ser tan fácil como lo era antes.