Y te acabas sintiendo sucia, utilizada. Fuiste su necesidad,
y tu ilusa de mierda como siempre te creíste importante. No, no y no. Es que
siempre igual. No aprendes de tus errores. Ni se te ocurra buscar a ningún
culpable que no seas tú misma. Que gilipollez.
Ya te aburre todo esto. Siempre son los mismos fallos,
vuelves a la monotonía. No puedes salir de ella. Estas atrapada. Lo apuestas
todo a una carta que sabes que es perdedora, intentas no ser pesimista por una
vez en tu vida. Fallas. Otra vez. Como no podía ser de otra manera. Piensas que
no estás hecha para acertar, que ese no es el plan que tiene la vida para ti.
Que alomejor no estás en el lugar adecuado.
Te acabas dejando llevar, para no ir a ningún lado. Nada te
gusta. Nada te llena. Pierdes las ganas. Pierdes la emoción. No quieres. Nada.
Bueno, en realidad sí que quiero. Quiero a ti. Quiero a
estar contigo. Quiero que me quieras. Quiero ser tan importante para ti como tú
lo eres para mí. Es mucho pedir. Demasiado.
Demasiado para cualquiera, no creas que es tu culpa. Creo que
soy yo, que no estoy hecha para este tipo de cosas. Creo que soy más yo cuando
estoy sola, cuando estoy metida en mi fango.
Solo pido respirar
Silencio
Paz
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