Recuerda siempre una sola cosa y te irá bien en la vida: sonríe; pase lo que pase sonríe.
Nunca volverás a tener un día como el de hoy, aunque tú creas que ha sido insignificante y que has hecho lo mismo que todos los demás, puede que de alguna manera hoy le hayas alegrado el día a alguien. Con una simple sonrisa, un beso, un abrazo o una palabra.
No tiene porque ser alguien que conozcas, puede haber sido culaquier persona de la calle a quien le hayas regalado una inocente sonrisa, y gracias a ella le hayas alegrado un poco el resto de su rutinario día.
A veces no nos damos cuenta de que el mismo efecto que tienen los demás en nosotros, lo tenemos nosotros en ellos; pero estamos tan centrados en nuestros propios asuntos que no nos paramos a pensarlo. Que de la misma manera que alguien te puede alegrar el día a ti, tú también se lo puedes alegrar a ellos.
Así que intenta recordar siempre esto: sé tú mismo y sonríele a la vida; que con una simple sonrisa puedes estar generando miles más.
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