Hace mucho tiempo que dejé de creer
bueno, que el amor dejó de creer en mí.
Hace mucho tiempo que ya no busco una mirada que se parezca a la tuya
ni una sonrisa que inunde tanto.
Creo que ya no van a existir lunares que me embrujen tanto como el tuyo,
ni palabras, ni lugares.
Ya no quiero. No quiero que pase. No quiero que me pase.
Y me entristezco, porque siento que al perderte me pierdo. Que me abandona mi cuerpo, y no sé si lo recuperaré.
Me siento débil, mareada, incapaz.
Incapaz de afrontar una nueva derrota, una nueva desilusión o un nuevo abandono.
Sí, abandono. Cuando te fuiste me abandonaste, como quien abandona a perrito recién nacido en la calle. Indefenso, como cuando sentí que te desprendías y que no volverías.
No quiero porque sé que no voy a encontrar a nadie como tú, y que si lo hago tendré la vista tan nublada por tus besos, que seré incapaz de verle.
Por favor desaparece.
Bueno no, no desaparezcas.
O sí.
No lo sé. Solo sé que no quiero estar así.
Aunque la verdad es que ya no sé como soy sin ti.
Desaparece de mis sueños, de mi mente y de mis recuerdos.
Quiero dejar de quererte.
Por favor.
O no. O vuelve, pero no me abandones.
Quiero que los recuerdos se conviertan en momentos.
Rescátame otra vez. Lo necesito.
Tengo frío desde que no me siento entre tus brazos.
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