Me has defraudado. Me has defraudado tanto que me das vergüenza ajena. Me doy vergüenza a mi misma. No te imaginaba asi, para nada. Te creía totalmente lo contrario, pero parece que de nuevo, me equivoco;como no podía ser de otra manera.
¿Qué reptitivo todo no? Yo equivocandome, que novedad. Alguien defraudandome, que novedad. Riámonos por no llorar. Ya que más da. Últimamente ya nada me sorprende. Miento, me sorprendo yo a mí misma. Pero eso es otra historia.
Leo mis entradas anteriores y me doy cuenta de que siempre hay alguien que me defrauda. Puede ser que yo me defraude con facilidad; no lo descarto. Pero querido universo: yo te pido que por favor me pase algo nuevo. Que me estoy cansando de escribir siempre de lo mismo, digo yo.
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